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PRIAN DESMANTELÓ LA PRODUCCIÓN DE VACUNAS EN MÉXICO

Polemón POR POLEMÓN

Más de tres décadas de neoliberalismo en México y de políticas privatizadoras han traído como consecuencia efectos devastadores en distintos rubros, y uno de ellos fue el desmantelamiento del sistema de producción de vacunas y municiones en el que México destacaba como potencia.

Las políticas implementadas  por la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han condicionado al país a ser una nación dependiente, consideran  investigadores de la UNAMUAM, la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) y estudiosos del sistema de salud, entrevistados por el diario El País, a propósito de la búsqueda de una vacuna contra el virus SARS CoV-2, causante de COVID-19.

Los investigadores resaltan que México no sólo cubría a la población de todos los biológicos recomendados por la Unicef, sino que hasta tenía la capacidad de exportar a 15 países.

“La producción ahora es mínima, más del 90% de las vacunas que se aplican en México provienen del sector privado”, dice a El País Fernando Ramos, profesor de la facultad de Medicina de la UNAM, quien trabajó en el Instituto de Higiene a finales de los ochenta, cuando todo el sistema de inmunología federal se estaba desmantelando.

Por su parte, la profesora del departamento de Salud Pública de la UNAM Ana María Carrillo Farga, recuerda que anteriormente los avances médicos se compartían de forma altruista.

“Es que los avances en microbiología se comunicaban y extendían de forma altruista por todo el mundo a través de los gobiernos o de instituciones internacionales”.

A su vez Gustavo Leal Fernández, economista y estudioso de los sistemas de Salud, comentó al diario que la pandemia resalta la importancia de tener soberanía en la producción de vacunas. 

“Sí, esta epidemia nos devuelve la importancia de una soberanía nacional en cuanto a la producción de vacunas, pero siempre bajo un marco global de cooperación. Y tampoco hay que ver la colaboración público-privada como un anatema”, sostiene.

Leal Fernández menciona a El País que el sector de los medicamentos ha sido uno en los que más “dinero turbio” se ha movido, y que en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) se fue desmantelando al sector industrial porque lo creía innecesario.

“En el México de Ernesto Zedillo se decía que la mejor política industrial era no tener política industrial y hoy vemos cómo si algo no se puede dejar al garete son los sectores de la salud”, dijo el académico.

Birmex, el edificio donde se producían vacunas fue desmantelado. Foto: Especial.

Recuerda que Birmex, la institución que se encargada de desarrollar las vacunas, fue incluso relevante cuando llegó a México el virus de H1N, pero el proyecto se fue abandonando, minado por la corrupción.

“Surgieron unos oscuros intermediarios entre el poder político y el sector farmacéutico. Y hay organizaciones que hoy, antes de hablar, deberían también hacer forzosa autocrítica, como la OCDE, el FMI o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)”, sigue Leal Fernández. “Sus mensajes los hemos padecido mucho aquí”.

EL inmunólogo Jorge Castañeda, Dr. en  Ciencias Bioquímicas y de la Salud en la UAM señala que se ha invertido poco dinero, y que deberían existir más vacunas para aplicarse en el nivel escolar.

“Se invierte poco dinero, deberían vacunar en el nivel escolar contra el papiloma y, por qué no, contra la H1N1, que es muy parecida a una gripe común y por eso me caben dudas de que no haya un subregistro de casos. Si los respiratorios virales causan estos problemas que estamos viendo, hay que incrementar estas campañas”, señala Castañeda, que dirige el UAM.

La profesora Ana María Carrillo Farga, recuerda que en 1943, la Asociación Americana de Pediatría aceptó la vacuna contra la tosferina, pero México la producía desde 1940, y  a finales de los ochenta exportaba a 15 países sus biológicos.

“México fue autosuficiente en la producción, control, almacenamiento y distribución de vacunas y se desarrolló todo un discurso a favor de la producción pública, se impulsaron las instituciones, se establecieron precios ajustados a los costos”, señala Carrillo Farga, quien tampoco tiene las mejores palabras para el FMI, desde donde se impulsaron “políticas privatizadoras”.

“Esta pandemia nos está haciendo recapacitar a todos sobre esas políticas y sobre el desmantelamiento de los servicios públicos de salud”, añade. 

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