Alvarado debe fortalecerse a través de su cultura y tradiciones, su gente es de lucha y generosa: Jaime Tiburcio
En Alvarado hay un joven maestro que de manera respetuosa y muy sigilosa se coloca entre la simpatía de la gente, se trata de Jaime Abel Tiburcio Herrera, un preparado profesionista, hijo de madre y padre también oriundos de ese Puerto.
A través de un video difundido en redes sociales el profesor de educación física manifiesta su interés para trabajar por el desarrollo y crecimiento del lugar que lo vio nacer.
Desde el pintoresco parque en el que vivió su infancia, recuerda ser un promotor de la cultura. También dice ser un hombre altruista.
“Toda mi vida crecí y me formé aquí, mis papás son maestros, empresarios, se han dedicado a educar y se han dedicado también a la iniciativa privada impulsando la economía alvaradeña; siempre creyendo firmemente en nuestro municipio, en su gente, en nuestras raíces”.
Tiburcio Herrera comenta que desde niño ha sido un apasionado de las festividades, tradiciones y cultura de este lugar del que, enfatiza, se siente muy orgulloso.
“Me siento muy orgulloso de ser un alvaradeño, igual que todos mis paisanos. Me formé con un grupo de amigos que nos hacíamos llamar “La rayón”, la cual siempre apoyábamos en cuestiones cívicas, en cuestiones culturales, en cuestiones de altruismo”.
El profesor agrega que Alvarado, “es tierra de lucha, es tierra de generosidad”.
“Alvarado es cuna de pescadores, que más que pescadores es una tradición marítima, es cuna de maestros, es cuna de poetas, cuna de cantantes”.
Orgulloso de sus raíces refiere que ha tenido la oportunidad de trabajar en la administración pública, desde la Fiscalía General de la República, aunque gran parte de su trayectoria laboral se concentra en las escuelas, con la niñez y la juventud.
“He dado clases, me he dedicado casi toda mi vida a la niñez, a la juventud, como mis padres me enseñaron y muchos otros maestros que tuve”.
Su sueño, dice, es el de un alvaradeño que quiere ver a su tierra fortalecerse, crecer, desarrollarse, “sin perder su esencia, sus tradiciones, su cultura”.
“Yo quiero que Alvarado cada día esté mejor, que estemos mejor todos, no solamente unos”.