La inevitable caída del duartista Beto Silva, el cisne verde
• Es el fin de su carrera política; su pasado de corrupción lo persigue.
La cola larga que arrastra Alberto Silva se le está enredando entre las piernas. Y la caída será estrepitosa. El hedor de sus delitos le acompaña. Nunca nada le saldrá bien. Ya sabemos lo que les pasa a los que obran mal. Y es el caso de este sujeto de marras que ha vuelto del autoexilio.
Sus propias acciones hicieron que se escondiera y ahora sale del pantano, con el plumaje sucio, y ha querido emprender el vuelo hacia la alcaldía de Tuxpan, que ya alguna vez ocupó y donde dejó detrás de sí un reverendo desmadre, caos, pobreza, destrucción, atraso y miseria.
Hablando de aves, dicen que “el que es perico donde quiera es verde”. Este Cisne quiso ser el perico del Partido Verde. Pero también es cierto que el que es corrupto lo será siempre y donde sea y este quedó sólo en un pajarraco salido del fango al que tendrá que regresar.
Esta candidatura nada más vino a desprestigiar (más) al Partido Verde y es una oportunidad perdida en esta elección. Postuló a uno de los peores políticos de la historia de Veracruz, señalado de múltiples delitos y transas millonarias protegido por los poderosos del duartismo en turno.
A Silva se le asocia a una red criminal para desviar recursos del erario, mediante empresas fantasma y prestanombres. A su paso por las dependencias a su cargo, el fidelato, le está costando la investigación de la (UIF) Unidad de Inteligencia Financiera, que aún no concluye.
En vez de ocupar la silla del Palacio Municipal de Tuxpan, Silva Ramos tendrá que ocupar otro lugar desde donde tendrá que rendir cuentas y pagar todo el daño hecho a quienes defraudó y traicionó a lo largo de su triste carrera política.
Empezando por el daño patrimonial al pueblo de Tuxpan con aquella deuda histórica por más de 240 millones que dejó justo pocos días antes de renunciar al cargo, pues eran más las ganas de irse con su cercano y gran amigo Duarte a su gabinete que cumplirle a los tuxpeños los 3 años por los que fue electo, por lo visto y gracias a la memoria del pueblo de Tuxpan este 6 de junio, hasta aquí llegó el cisne verde de la duarteseñal.