Gómez Cazarín, el líder que a Morena le hacía falta en Veracruz
Pasó el 6 de junio con los resultados que ya conocemos. Morena volvió a arrasar tanto en ayuntamientos como en diputaciones federales y locales consolidándose como la primera fuerza política en el estado y en el país de manera absoluta. Intenso trabajo el de las y los candidatos y de miles de militantes y simpatizantes. Pero este triunfo no se entiende sin la figura y el trabajo del diputado Juan Javier Gómez Cazarín.
Ya se sabía que es hombre de trabajo, pero a muchos sorprendió la capacidad de recorrer decenas de kilómetros a pie y miles por carretera, jornadas extenuantes, sin horario y a veces hasta sin comer, mostrando un liderazgo indiscutible que convencía a cualquiera. Apasionado defensor de las causas justas, de la democracia y férreo enemigo de la corrupción, infatigable combatiente y firme denunciante de la clase política que se ha enriquecido a costa del pueblo, Gómez Cazarín es el líder que a Morena le hacía falta en Veracruz.
Este liderazgo, por supuesto, ha despertado la furia de corruptos que vieron afectados sus intereses, de aquellos que incluso en la pasada campaña electoral fueron evidenciados en su ambición de permanecer en el poder heredándoselo entre familiares y con documentos falsos, que no soportan la llegada de la Cuarta Transformación y de gobiernos honestos, de aquellos a quienes las y los diputados de Morena les pisaron los callos con la revolución legislativa que llegó a encabezar Gómez Cazarín en beneficio de los veracruzanos.
Hay que recordar que la bancada de Morena, que es mayoría en la actual legislatura, logró tumbar la reforma educativa del gobierno pasado, que lesionaba los derechos del magisterio, ha respaldado e impulsado la defensa de las mujeres y de los sectores más vulnerables y la promoción de sus derechos. Además, aprobó la Ley de Austeridad con la que se pone orden al gasto público para redireccionarlo y destinarlo a satisfacer las necesidades más urgentes de la población, eliminando los gastos superfluos y la discrecionalidad.
Otro dato a destacar es la aprobación de la Minuta remitida por la Cámara de Senadores por la que se elevó a rango constitucional los programas sociales de salud para el bienestar, los apoyos económicos a personas con discapacidad permanente e indígenas, las pensiones a personas mayores de 68 años y las becas en todos los niveles escolares del sistema de educación pública. Esto es trabajar para y por el pueblo.
Con Gómez Cazarín al mando, las y los diputados de Morena también han dado una lucha frontal contra la corrupción en los gobiernos municipales, denunciando las tropelías de funcionarios, deponiéndolos, y hasta de un integrante de esta legislatura al que pusieron ante la justicia y de un fiscal que anda prófugo, entre otros casos.
De manera especial, cobra relevancia la reforma electoral, un tema pendiente en Veracruz, porque quienes se oponen a su puesta en marcha y han hecho de todo para que no se aplique porque afecta sus intereses; sin embargo, por los beneficios sociales que representa, la aprobación de esta reforma es uno de los objetivos de Morena en la próxima legislatura y será una realidad.
Con todo y el drama de algunos, opositores sin trascendencia, hay y habrá Juan Javier Gómez Cazarín para rato, para mucho rato. Su gran influencia no contrasta con su juventud, por lo contrario, la combinación da como resultado un gran activo de Morena, un liderazgo clave, capitalizado, y orgullosamente veracruzano.