Nacional

Un juez dicta prisión para Luis Cárdenas Palomino, detenido por tortura en el caso Cassez-Vallarta

El exmando de la Policía Federal es sospechoso de haber ordenado descargas eléctricas y prácticas de asfixia a varios detenidos en 2012 para forzar una confesión delictiva

Imagen de archivo de 2018 de Luis Cárdenas Palomino, mano derecha de García Luna. ESTEBAN FELIX / AP

Un juez de distrito ha dictaminado este lunes un auto de formal de prisión contra Luis Cárdenas Palomino, la mano derecha del exsecretario de Seguridad Genaro García Luna, preso en Estados Unidos, y extitular de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal en el Gobierno de Felipe Calderón. Palomino fue detenido la semana pasada, tras casi un año en búsqueda y captura, por su supuesta participación en delitos de tortura sobre cuatro detenidos en 2012, entre ellos el hermano y un sobrino de Israel Vallarta, el novio de la francesa Florence Cassez por aquel entonces. La investigación apunta que para conseguir que confesaran secuestros en nombre del grupo criminal Los Zodíaco, Palomino ordenó el uso de descargas eléctricas y asfixia con bolsas de plástico. El exmando policial deberá esperar en el reclusorio penal federal de máxima seguridad del Altiplano a que concluya su proceso. Mientras tanto, Vallarta sigue esperando en prisión su sentencia o amnistía tras 16 años encarcelado, sin juicio definitivo, por un delito de secuestro que mantiene que le montaron.

Palomino esperará en prisión la resolución de su caso. Las autoridades señalan al exmando de la Policía Federal como el autor intelectual de las torturas que sufrieron un grupo de detenidos en 2012, cuando Palomino era el jefe policial más cercano a Genaro García Luna, el gran estratega de la guerra mexicana contra las drogas que fue detenido en Estados Unidos en 2019 y enfrenta cinco cargos por supuestos vínculos con el crimen organizado. Derivada de la investigación contra el exsecretario de Seguridad, se emitió una orden de captura desde la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York contra Cárdenas Palomino, por su presunta protección al cartel de Sinaloa en alianza con García Luna.

Ahora, las autoridades mexicanas le investigan por presuntos delitos de tortura. Mario Vallarta, el hermano de Israel, y Sergio Cortés Vallarta, sobrino de ambos, fueron sometidos a torturas junto con otros dos hombres después del escándalo del caso Cassez-Vallarta, uno de los más brutales ejemplos de montaje televisivo y corrupción policial de la historia de México, que dio origen a un libro, Una novela criminal, de Jorge Volpi, y del que ahora se ultima una serie de televisión.

Todo comenzó en 2005, cuando circuló un vídeo del supuesto arresto de la banda “Los Zodíaco”, entre los que estaban Israel Vallarta y su pareja, la francesa Florence Cassez. Las imágenes —en las que se apreciaba en los rostros de los detenidos claros signos de golpes— no eran más que un montaje que terminaron por provocar un conflicto diplomático y una polémica alrededor de la policía, pero las torturas fueron reales. Por entonces, García Luna buscaba hacerle un favor a un amigo que quería vengarse de su socio comercial, un tal Cassez, en la persona de su hermana. Las hipótesis policiales apuntan a que inventaron un secuestro para inculpar a la francesa y a su novio. García Luna orquestó un espectáculo televisivo y llamó a las cadenas públicas para servirles en directo el montaje en el que la policía liberaba a tres personas del rancho las Chinitas. Bajo los focos, se declaraban inocentes Florence e Israel. Resulta que no los estaban deteniendo entonces, sino que lo hicieron el día de antes, como quedó demostrado después. El entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, intervinó para liberar a Cassez, que llevaba ocho años en prisión.

En 2012, Sergio Cortéz Vallarta, Mario Vallarta Cisneros (hermano de Israel), Eduardo Estrada Granados y Ricardo Estrada Granados fueron aprehendidos por la policía y sometidos a una serie de actos de tortura durante varias horas con amenazas de muerte, golpes, desnudos forzados y humillaciones múltiples, según narra la familia. Los torturadores buscaban forzarlos a confesar ser parte de una banda de secuestradores llamada “Los Zodíaco”, al igual que Cassez y Vallarta seis años antes. Con 13 detenidos y sin avance del proceso en los tribunales, la familia ha solicitado este lunes el cierre de la etapa de instrucción y esperan por fin la ansiada sentencia.

De acuerdo al juez que firmó la orden de aprehensión, hay elementos para suponer que Cárdenas Palomino autorizó que se aplicara a los detenidos toques eléctricos y se les asfixiara con bolsas de plástico para forzarlos a que se declararan culpables. La resolución del caso deberá esperar a la justicia mexicana, que 16 años después, todavía mantiene a Israel Vallarta en prisión.

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Fuente: El País

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