El millonario plan de Estados Unidos para reducir el racismo… con carreteras
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Un área de la Interestatal 81, que los críticos llaman «racista», divide un barrio de Siracusa en dos.
Una fina capa de hollín cubre la pintura amarilla de las casas de madera que bordean la Interestatal 81, una carretera en el centro de Syracuse, en el estado de Nueva York, sostenida por vigas de acero oxidadas y pilares de cemento sucios.
La carretera —desde donde los gases de los tubos de escape de los automóviles asfixian a los transeúntes y el sonido de las llantas de los camiones se puede escuchar día y noche—, corta el vecindario circundante en dos.
Una unidad habitacional, llamada Pioneer Homes, se encuentra al este, en una colina. Al oeste, en tanto, hay más viviendas sociales junto con las casitas amarillas, que son principalmente propiedad de minorías y de algunas empresas.
Los activistas de los derechos civiles apodan a esta milla de la interestatal como la «carretera racista». Según ellos, vías como ésta dividen a los vecindarios de las minorías y contaminan estas comunidades.
Fuente: BBC