Martínez Amador, gestor en favor del pueblo
Además de elaborar leyes y actualizar las ya existentes, proponer desde la legislación soluciones a los problemas sociales, una de las funciones propias de un diputado es la gestión de recursos en favor de las y los ciudadanos, lo cual requiere cercanía, conocimiento, sensibilidad, empatía, habilidad, capacidad de maniobra, olfato, conocimiento y espíritu de servicio.
Éstas son algunas de las cualidades que distinguen a Marco Antonio Martínez Amador, próximo a rendir protesta como integrante de la LXVI Legislatura. Representará al Distrito 27 de Acayucan, donde arrasó el pasado 6 de junio con más de 57 mil votos, más del 48 por ciento de la votación. Fue postulado por la coalición Juntos haremos historia, integrada por Morena, Partido Verde Ecologista de México y Partido del Trabajo.
Tan pronto como la gente de los ocho municipios de ese distrito del sur del estado supo que Marco Martínez Amador sería candidato a diputado local, no dudaron en darle su voto. Es bien conocida su entrega a las causas de las personas y sectores menos favorecidos, a quienes ha apoyado de diversas maneras.
Son incontables los testimonios que hablan de su creatividad y disposición para generar mejores condiciones de vida entre la gente. Es de referencia obligada la labor que a lo largo de 28 años ha realizado en Promotora Martza, que ha proporcionado apoyos diversos a quienes más los necesitan.
Las grandes carencias en las que miles de veracruzanos han sobrevivido durante decenios evidencian la falta que ha hecho que los políticos se den una vuelta por tantos lugares olvidados. Por eso hacía falta un diputado como Martínez Amador, a quien recientemente el Consejo Consultivo Estatal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas del Estado de Veracruz invitó a la toma de protesta de sus integrantes.
En aquella ceremonia ancestral, Marcos Martínez Amador se comprometió a apoyarlos para legislar leyes en materia indígena de acuerdo con lo que mandata la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que, en su artículo 2 reconoce a los integrantes de los pueblos originarios como ciudadanos en plenitud de derechos.
Cercanía, voluntad, cumplimiento a la palabra empeñada, capacidad de gestión ante las instancias gubernamentales, no escatimar recursos cuando de elevar la calidad de vida de las personas y cubrir sus necesidades básicas se trata. Es lo que se necesita y es lo que el nuevo diputado de Acayucan puede aportar, entre muchas otras cosas, en este nuevo encargo que su gente le ha confiado.