América despertó, las Águilas lograron su primera victoria como locales y, por fin, se vio un equipo reconocible, un cuadro que tenía una idea de qué hacer en el campo de juego, con jugadores asumiendo responsabilidades y encontrando la contundencia que se le había negado a las Águilas en los últimos cinco meses.
El 3-0 con el que venció a Toluca es incontestable. Al quinto partido en el Azteca llegó la luz para los de Coapa, que tenían cinco meses sin lograr un triunfo en su casa. De paso, la gente que fue, que realizó una buena entrada, lo hizo con la seguridad de que estarían bien custodiados, y en la cancha su equipo por fin les respondió.
Fue el mejor rostro del América en lo que va del torneo, es verdad que enfrente tuvo un rival que vive una situación similar, pero ya se había medido antes a equipos en mal momento y no había sido capaz de doblegarlos.
El equipo entendió que era el momento para despertar, que no podía seguir permitiendo la sangría de puntos, que si no lograba la victoria el torneo se iba a poner aún más cuesta arriba.
Y lo que se vio fue un América convencido, decidido a salir de la crisis y a ganar por lo civil o lo criminal. Desde el primer minuto el conjunto azulcrema fue superior a Toluca, los Diablos no comparecieron en el Coloso de Santa Úrsula, llegaron tarde al partido y se vieron contra la lona muy pronto, porque las Águilas salieron en plan tromba y arrasaron con el equipo escarlata.
No faltó polémica, porque en el gol de Roger Martínez, pareció que el colombiano estaba adelantado, la jugada pasó por el VAR y después de unos minutos se validó la anotación del cafetalero que le fue aclarando el panorama desde muy temprano.
Tomó confianza el equipo del Tano Ortiz, que encontraba profundidad por las bandas con Zendejas y Roger, Valdés por fin jugando como satélite y con Fidalgo y Richard tomando el mando del medio campo. Y al cuarto de hora, Valdés se mandó un golazo, el chileno cobró un tiro libre de gran manera y puso la pelota en la escuadra.
Las Águilas seguían a lo suyo, era la jornada para reivindicarse, mantuvo las pulsaciones y encontró el tercero en una buena asociación entre Henry y Zendejas que terminó con un cabezazo de éste último que venció al portero escarlata.
Eran 17 minutos y América ya tenía contra las cuerdas a los Diablos, quedaba un mundo de partido y a los escarlata no les quedaba más remedio que resguardarse de un daño más grande. Se gustaban los azulcrema y en las gradas su gente se lo pasaba bien.
El pelotón de Ortiz no quitaba el pie del acelerador, iban una y otra vez al frente, incluso falló otro par de ocasiones claras, primero una de Roger tras un gran pase de Zendejas y luego una de Valdés que acabó en los guantes del portero Gustavo Gutiérrez.
Y cuando Toluca pareció asomarse al final del primer tiempo, una buena intervención de Cáceres evitó cualquier posibilidad de descuento de los Diablos que se fueron al vestidor con el partido prácticamente perdido.
En el complemento, América se mantuvo con el mismo guion, pero también continuó su falta de acierto en el área enemiga, sobre todo Henry se perdió una situación clara cuando se quedó mano a mano con el portero escarlata, pero el yucateco se la perdió de manera increíble.
Toluca hizo su esfuerzo y al 70’ el árbitro, Óscar Mejía, marcó un penal de Jorge Sánchez sobre Alexis Canelo, pero tras consultar la acción en el VAR, la decisión se fue para atrás y todo se mantuvo igual.
Al final, América dejó ir otro par de acciones para poder marcar, pero mantuvo el resultado. Un triunfo capital que llegó en el momento más oportuno aún no está en zona de repechaje, pero puede pensar que si mantiene una tónica no tardará en estar ahí.
La paz llegó justo antes de la Fecha FIFA y ahora hay tiempo para que Fernando Ortiz siga apuntalando su idea.
Fuente: Milenio