¿Está el adenovirus 41 detrás de la hepatitis infantil que tanto preocupa a la OMS?
El 15 de abril de 2022 la OMS notificó la aparición de un brote de hepatitis aguda de etiología desconocida en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en niños pequeños previamente sanos en general.
Desde entonces el número de casos de hepatitis ha aumentado a un ritmo vertiginoso. Hasta el 21 de abril de 2022, se habían notificado al menos 169 casos de hepatitis aguda de origen desconocido en 12 países. De momento, la distribución geográfica de los casos no parece seguir ningún patrón. Los casos han aparecido en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (114), España (13), Israel (12), los Estados Unidos de América (9), Dinamarca (6), Irlanda (5), Países Bajos (4), Italia (4), Noruega (2), Francia (2), Rumanía (1) y Bélgica (1).
El síndrome clínico entre los casos identificados es el de hepatitis aguda grave con enzimas hepáticas marcadamente elevadas. Muchos pacientes manifestaron síntomas gastrointestinales previos que incluyeron dolor abdominal, diarrea y vómitos.
La OMS ha confirmado que, de momento, 17 niños, de edades comprendidas entre un mes y 16 años, han requerido de un trasplante de hígado. Y ya ha sido notificada al menos una muerte.
Cualquier pista es poca. De momento, continúa el estudio exhaustivo de las historias clínicas y el análisis de pruebas de toxicidad ambiental y alimentaria. Además, no se escatima en pruebas microbiológicas adicionales.
Los virus comunes que causan la hepatitis viral aguda (virus de la hepatitis A, B, C, D y E) no se han detectado en ninguno de los casos, pero sí han sido detectados adenovirus en al menos 74 pacientes. En 18 casos ha sido identificado el adenovirus F 41. En 20 casos ha sido detectado el SARS-CoV-2. Y en 19 casos ha sido detectada coinfección por SARS-CoV-2 y adenovirus.
La implicación de un adenovirus, concretamente el adenovirus F 41, como la causa subyacente de la hepatitis aguda es actualmente una hipótesis plausible. Pero no explica completamente la gravedad del cuadro clínico.
¿QUIÉNES SON LOS ADENOVIRUS HUMANOS?
Empecemos por presentar al sospechoso. Pertenece a la familia de los adenovirus, virus sin envuelta, icosaédricos y con un genoma de ADN lineal de doble cadena. Están divididos en siete especies (A–G). Los adenovirus humanos se clasifican en más de 100 subtipos, incluidos los serotipos 1–52 (que se identificaron mediante pruebas de seroneutralización y de inhibición de la hemaglutinación) y los genotipos 53–103 (que se clasificaron mediante análisis bioinformáticos). Los diferentes serotipos están asociados con distintas enfermedades.
Lejos de ser una rareza, los adenovirus (AdV) son patógenos comunes en humanos. Y tienen capacidad para causar enfermedades en las vías respiratorias, los ojos, el intestino, el hígado, el tracto urinario y las adenoides o vegetaciones.
En general, la infección de adenovirus se contrae por el contacto con secreciones de una persona infectada o con un objeto contaminado. La infección puede ser transmitida por el aire o por el agua.
GASTROENTERITIS PEDIÁTRICA
En concreto, los serotipos 40/41 de la especie F de adenovirus (denominados HAdV-F40 y HAdV-F41) han sido considerados durante mucho tiempo como causantes de gastroenteritis pediátrica, caracterizada por fiebre, vómitos y diarrea. La gastroenteritis por adenovirus 40/41 puede causar una enfermedad grave y es una causa frecuente de hospitalización.
La prevalencia de diarrea aguda causada por estos adenovirus, denominados entéricos, oscila entre el 1.2 por ciento y el 15 por ciento en varios países, y solo la superan en cifras Shigella y rotavirus. En cuanto al HAdV-F41, es el tipo más común en los niños con diarrea (y con mortalidad asociada a diarrea en niños pequeños).
LOS MENORES DE DOS AÑOS, LOS MÁS SUSCEPTIBLES
La infección por adenovirus F41 no es estacional, puede ocurrir en cualquier momento del año. Los más susceptibles son los niños menores de dos años. Aunque la diarrea por adenovirus a menudo es autolimitada, las infecciones entéricas por adenovirus pueden causar enfermedades diseminadas sistémicas mortales en pacientes inmunocomprometidos.
La literatura disponible apunta a que alrededor del 65 por ciento de los casos de hepatitis por adenovirus se desarrollan en pacientes pediátricos, y que el factor predisponente más encontrado en el entorno pediátrico es el antecedente de trasplante de hígado. Otros factores de riesgo incluyen el trasplante de células madre, la quimioterapia para la leucemia linfoblástica y las neoplasias malignas sólidas.
De momento, la OMS recomienda que se realicen análisis de sangre, suero, orina, heces y muestras respiratorias, así como muestras de biopsia hepática (cuando estén disponibles), con una caracterización adicional del virus que incluya la secuenciación.
Revisar la información temporal y geográfica sobre los casos, así como sus contactos cercanos, en busca de posibles factores de riesgo será fundamental para establecer un vínculo epidemiológico que pueda proporcionar pistas para rastrear la fuente de la enfermedad.
Fuente: Sin Embargo