Nuevo plan de estudios de la SEP va contra la «lógica colonial» y «mercantil» en educación
Los niños deben comprender que hay cuatro tipos de dominios: económico, político, social y el epistémico, los cuales generan estados de desigualdad, de acuerdo con el programa para educación preescolar, primaria y secundaria que arrancará como piloto en el ciclo escolar 2022-2023
La Secretaría de Educación Pública (SEP) presentó el Plan de Estudios de Educación Preescolar, Primaria y Secundaria, que arrancará como programa piloto en el ciclo escolar 2022-2023, el cual tiene un “enfoque comunitario” que además permitirá comprender la “lógica colonial” y “mercantil” con que estuvieron operando los proyectos educativos anteriores.
El plan –dado a conocer un día después de que Leticia Ramírez fue anunciada como futura titular de la SEP–, adelanta que hará énfasis en “buscar un enfoque comunitario que articule lo común a partir de lo diverso”.
Y además tendrá los siguientes “siete ejes articuladores”: inclusión, pensamiento crítico, arte y experiencias estéticas, vida saludable, interculturalidad crítica, igualdad de género y, finalmente, la apropiación de las culturas a través de la cultura y escritura.
El plan señala que la intención es desarrollar “procesos formativos” que “permitan comprender, durante la educación preescolar, primaria y secundaria, la lógica colonial que opera en nuestra experiencia humana cotidiana”.
Indica que cuando los estudiantes empiezan a estudiar la modernidad y sus procesos históricos, culturales y económicos, “en realidad están estudiando los procesos de colonización y sus dominios, por lo que es central que comprendan cómo se relacionan con su vida diaria”.
Señala que los niños deben comprender que hay cuatro tipos de dominios: económico, político, social y el epistémico, los cuales generan estados de desigualdad.
Y en estas injustas situaciones –prosigue– quienes tienen ventaja son “solo aquellas y aquellos que cuentan con los recursos económicos, tecnológicos, relaciones sociales y acceso a bienes culturales y educativos”.
De ahí que, señala, “pensar la inclusión desde una perspectiva decolonial implica que los niños, niñas y adolescentes se formen en espacios educativos en los que sean conscientes de que si falta una o uno por motivos de clase, sexo, género, etnia, lengua, cultura, capacidad, condición migratoria o religión, entonces no están incluidos todos ni todas”.
También se trata –dice el plan—de que “la escuela construya una perspectiva comunitaria en donde las acciones individuales y colectivas en zonas urbanas y rurales… estén enfocadas en la inclusión”.
Señala que anteriormente, en los proyectos educativos “se utilizó el discurso de la calidad como fundamento para reducir la formación de las y los estudiantes y el trabajo docente a un criterio instrumental basado en la eficiencia pedagógica y la eficiencia escolar, plenamente vinculada con la medición estandarizada de resultados”.
Este viejo esquema educativo –asegura el actual Plan de Estudios—“abrió las puertas a la mercantilización de la educación preescolar, primaria y secundaria”, que es lo que ahora se va a corregir.
Fuente: Proceso