Los perros lloran de alegría cuando se reencuentran con sus dueños, según un nuevo estudio
Si llegas a tu casa después de un día largo y tu perro te recibe feliz moviendo la cola, y notas un brillo acuoso en sus ojos, no se trata de un percepción subjetiva y menos aún de una ilusión óptica.
Según comprobó una nueva investigación realizada en Japón, los perros producen lágrimas cuando se reencuentran con sus dueños.
Y, estas lágrimas, señala el estudio publicado en la revista Current Biology, parecen estar vinculadas a un incremento de los niveles de la llamada hormona del amor, la oxitocina.
«Descubrimos que los perros derraman lágrimas asociadas a emociones positivas», explicó Takefumi Kikusui, investigador de la Universidad Azabu, en Japón, y coautor de la investigación.
De acuerdo con el equipo, este es el «primer estudio que demuestra que la emoción positiva estimula la secreción de lágrimas en un animal no humano y que la oxitocina funciona en la secreción de lágrimas».
Más lágrimas de lo normal
Los investigadores llegaron a esta conclusión luego de medir el volumen de lágrimas de 18 perros tras reecontrarse con sus después de una separación de entre cinco y siete horas.
Así, notaron que el volumen de sus lágrimas aumentaron notablemente en los primeros cinco minutos en comparación con la humedad ocular habitual y observaron que este efecto no tenía lugar cuando se producía un encuentro con otra persona que les resultaba familiar, pero que no era su dueño.
En otro experimento, los investigadores añadieron oxitocina en los ojos de los perros, y notaron que esto producía un aumento en el volumen de lágrimas.
En esto se apoyan para sostener que la liberación de esta hormona juega un papel en la producción de lágrimas cuando se produce un encuentro entre el perro y su dueño.
Reacción humana
Para entender el impacto de este fenómeno canino en los seres humanos, los investigadores les presentaron a 74 participantes 10 fotos de perros.
Algunos de ellos tenían los ojos húmedos (con lágrimas artificiales) y otros no.
Cuando se les pidió que calificaran en una escala de uno a cinco cuánto deseaban cuidar o evitar al animal, los perros con los ojos acuosos obtuvieron un puntaje más alto que los otros.
Esto, dicen Kisusui y su equipo, indica que las lágrimas en los canes despiertan emociones más positivas en los seres humanos. Es decir, la producción de lágrimas en los perros genera una conexión más fuerte entre estos animales y los humanos.
Aún queda por investigar si también producen lágrimas en respuesta a emociones negativas o si las lágrimas de emoción surgen también en un encuentro entre perros.
«Tampoco sabemos cómo los perros usan las lágrimas para comunicarse entre sí», señaló Kisusui. «Necesitamos aclarar la función social de las lágrimas de los perros».
Fuente: BBC Mundo