El legendario director francés Jean-Luc Godard muere por suicidio asistido en Suiza
El director de cine Jean-Luc Godard, quien encabezó la revolucionaria nouvelle vague («nueva ola») del cine francés, murió a los 91 años, según informaron fuentes de su familia.
Falleció «en paz, en casa», en Suiza, dijeron sus familiares este martes a través de un comunicado y anunciaron que no habrá funeral oficial y que será cremado.
El asesor legal de Godard, Patrick Jeanneret, le explicó a la agencia de noticias AFP que el cineasta franco-suizo falleció por suicidio asistido.
«Recurrió a la asistencia legal en Suiza para una partida voluntaria ya que estaba afectado por ‘múltiples enfermedades incapacitantes’, según el informe médico». La muerte asistida es legal en en ese país en algunas circunstancias.
Godard revolucionó el mundo del cine en la década de 1960 con À bout de souffle(«Sin aliento» o «Al final de la escapada»), elogiada entre otros por François Truffaut, otro gran cineasta francés, quien la describió como una película que «no se parecía a nada» de lo que se había hecho hasta entonces.
A la obra le siguió una serie de películas igualmente aclamadas que reescribieron las reglas del cine, como Le mépris («El desprecio»), Bande à part («Banda aparte») y Alphaville.
También influyó a un gran número de directores de cine, entre otros a los estadounidenses Quentin Tarantino y Martin Scorsese.
«Tenía la visión de un genio», escribió el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en Twitter nada más conocerse la noticia de su fallecimiento, y lo describió como «tesoro nacional».
«Llegó como una aparición al cine francés. Y luego se convirtió en un maestro. Jean-Luc Godard, el más iconoclasta de los cineastas de la nueva ola, inventó un arte decididamente moderno e intensamente libre. Hemos perdido un tesoro nacional, un hombre que tenía la visión de un genio».
Un revolucionario del cine
En sus inicios, Godard trabajó como crítico de cine antes de ponerse detrás de la cámara con À bout de souffle, una obra calificada como elegante y vanguardista.
Sus protagonistas Jean Seberg y Jean-Pierre Belmondo transmitían glamur de una manera nueva e informal, gracias al constante movimiento de la cámara, la audaz edición y el guion más o menos improvisado del film.
«La película tomó todo lo que el cine había hecho —chicas, gángsters, autos—, lo hizo estallar y le puso fin, de una vez por todas, al viejo estilo», explicó Godard mucho después de su estreno.
Godard volvió a sorprender poco después con Le Petit Soldat («El pequeño soldado»), pero la película fue prohibida por el Ministerio de Información de Francia hasta 1963 por su descripción de la tortura por parte de ambos bandos durante la guerra de Argelia.
Su elenco incluía a la actriz Anna Karina, quien se casó con Godard en 1961 y luego apareció en varias de sus películas más exitosas.
La actriz interpretó a una bailarina de un club nocturno que quiere un bebé en Une femme est une femme («Una mujer es una mujer») de 1961; una joven prostituta parisina en Vivre sa vie(«Vivir su vida») de 1962; y una pandillera en Bande à part («Banda aparte») en 1965.
Por esa última película fue que el director estadounidense Quentin Tarantino bautizó a su productora como A Band Apart.
«Godard es uno de los que me enseñó la diversión, la libertad y la alegría de romper las reglas… Considero que Godard fue para el cine lo que Bob Dylan para la música», dijo Tarantino en una ocasión.
Pero el director de las icónicas cintas Pulp Fiction, Kill Bill o Reservoir Dogs es uno de tantos en los que el recién fallecido dejó huella.
Martin Scorsese incluyó a Le mépris («El desprecio»), de 1963 y protagonizada por Brigitte Bardot, entre sus 10 películas favoritas de todos los tiempos.
Es «una de las películas más conmovedoras de su época» y Godard fue «el gran artista visual moderno del cine», escribió el realizador de Taxi Driver en 2014.
Las tramas del francés se caracterizaban por mezclar el tiempo y el espacio, alterando la idea de una narrativa fija.
«Una historia debe tener un principio, un medio y un final, pero no necesariamente en ese orden», dijo al respecto el propio cineasta.
Su filmografía la componen más de 100 títulos, que incluyen también Une femme mariée («Una mujer casada», de 1964), Pierrot le fou («Pierrot el loco», 1965), Masculin féminin («Masculino-femenino», 1966) y Week-end (1967).
De provocativo a oscuro
La actriz Macha Méril, quien protagonizó Une femme mariée, dijo de él: «Fue un genio. ¿Qué es un genio? Es alguien que hace algo que nunca antes se ha hecho y que fuerza a todos los demás a cambiar su forma de pensar y de actuar».
«Es como Picasso… Los genios son personas que cambian la forma de pensar de la gente».
Godard recibió un Oscar honorario en 2011. «Por la pasión. Por la confrontación. Por un nuevo tipo de cine», se leía en la dedicatoria.
Su último trabajo salió a la luz en 2018, y hay quienes interpretan que, a medida que avanzó su carrera, pasó de ser provocativo a convertirse en un director deliveradamente oscuro.
«Llenó el cine con poesía y filosofía. Su visión aguda y única nos hizo ver lo imperceptible», le dijo de él a la agencia Reuters el exministro francés de Cultura Jack Lang.
Fueron muchos los que tendieron a las redes sociales para rendirle tributo al conocer la noticia de su muerte.
«Gracias, monsieur Godard por expandir las fronteras del cine», escribió el actor y director español Antonio Banderas.
«RIP Jean-Luc Godard, uno de los más influyentes e iconoclastas entre todos los cineastas», lo describió Edgard Wright, director de Baby Driver.
«Es irónico que reverenciara el sistema de Hollywood de hacer películas en el estudio, cuando quizá no haya nadie que haya inspirado a tantos a simplemente agarrar una cámara y empezar a filmar».
Fuente: BBC