El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, señaló durante la conferencia matutina que el uso de metanfetaminas en el país había superado el consumo del alcohol, convirtiéndose en la droga de mayor uso en México.
Las variadas presentaciones en las que esta droga se distribuye en el país ha hecho atractivo su consumo para jóvenes que empiezan a utilizarla entre 18 y 25 años, según lo señalado en el informe del subsecretario, pues se puede encontrar en forma de tabletas, polvo blanco, cápsulas o cristales.
Entre otros datos, Gatell mencionó que la metanfetamina en las calles puede ser conocida como cristal, crico, azul, hielo, Angela, meta, ice o speed, sobra mencionar que cualquier presentación de esta sustancia es ilegal.
¿Qué es la metanfetamina y cuáles son sus efectos?
Debido a que la metanfetamina es un estimulante del sistema nervioso, es altamente adictiva y dañina para el cerebro y sus funciones básicas.
Entre los efectos a corto plazo, según lo demostrado en diversos artículos científicos, se encuentra la falta de apetito, la euforia, aceleración en los latidos del corazón, fallas en la memoria y supresión del sueño.
Sin embargo, es usual que los consumidores de esta droga modifiquen la estructura cerebral desde las primeras tomas, provocando que la dopamina no se adhiera adecuadamente a sus transportadores.
Esto influye directamente en el comportamiento del individuo, ya que no son capaces de obtener satisfacción de otras fuentes, además de que para obtener las mismas sensaciones placenteras es necesario consumir cada vez mayores cantidades de metanfetamina.
A largo plazo genera desnutrición y problemas en la circulación que a su vez derivan en problemas dentales, del corazón y llagas en el cuerpo.
Asimismo, esta droga es la responsable de la aparición de episodios psicóticos en la que los consumidores suelen tener alucinaciones visuales y auditivas, ansiedad crónica, confusión, comportamiento violento e insomnio.
Otro efecto de la reducción de dopamina en el cerebro es que comienza a disminuir la velocidad motriz y un deterioro en el aprendizaje verbal.
En diversos estudios se comprobó que existen daños de esta droga que son reversibles, como la generación de dopamina, pero en periodos de abstinencia largos que van desde los 14 meses a los 3 años sin consumir metanfetaminas ni ninguna otra droga.
Pero otros daños son duraderos, como por ejemplo la destrucción de neuronas sanas por la activación excesiva de las microglías, que son las células encargadas de eliminar las neuronas dañadas.
De igual manera, se asocia el uso de las metanfetaminas con una mayor incidencia de enfermedades como la demencia y el Parkinson.
Fuente: Regeneración
